Por Nicolás Márquez
Por sorpresa y arrebato, los comicios capitalinos se nos vienen encima tras la cercana fecha que fuera puesta por el actual alcalde porteño, el bachiller Jorge Telerman quien, para "despegarse" de las elecciones nacionales, definió una fecha inmediata (tres de junio) a efectos de dirimir una contienda que, muchos medios agigantan en su importancia adjudicándole un papel "determinante" en cuanto a su resultado para las elecciones presidenciales de octubre.
Nada más alejado de la realidad, puesto que el kirchnerismo (tal como ocurrió en el año 2005 cuando el candidato del régimen fue el confeso colocador de bombas Rafael Bielsa) salió tercero y no hubo obstáculo alguno para que en el ámbito nacional auxiliado por el aparato clientelista arrasara con todo en todos lados, menos, precisamente en la ciudad de Buenos Aires, en donde (tal como lo indican los números), no es parámetro suficiente de lo que ocurre electoralmente en el resto del país.
Dentro de esta disputa venidera por un lado tenemos la candidatura (a conservar el puesto) del actual Jefe de Gobierno Telerman, personaje tradicionalmente menor de la política que (por obra y gracia de una tragedia incendiaria que culminó con la destitución del acreditadamente inútil Aníbal Ibarra), se encuentra ahora comandando los destinos de la Capital Federal.
Es este mismo funcionario con apellido "Super-heroico" (aunque sus modales afrancesados y su cabeza tan lustrada como brillante le brinden un "fisique du rol" estilo Lex Luthor) quien resulta ser el aliado de la progresista lenguaraz y ex ibarrista Elisa Carrió, quien en el marco de la negociaciones con el mencionado Alcalde le impuso como candidato a "Vice" a Enrique Olivera, quien también supo ser Intendente de Bs. As. al recibir el trono que le dejó Fernando de la Rúa, cuando éste ultimo renunció a tal rango para acceder a la Presidencia de la República en 1999.
En otro costado del "Ring", nos topamos con el alicaído emisario del régimen Daniel Filmus, quien representa al kirchnerismo en connivencia con el reincidente Aníbal Ibarra (candidato a Legislador en primer término por una de sus listas), quien pretende, para desdicha de los vecinos porteños, resucitar de las cenizas de Cromañón.
Es en este escenario, en donde sendas fuerzas progresistas se disputan un lugar a efectos de competir en el ballotagge contra la muchachada del "Pro", sello de goma de vigencia incierta capitaneada por Mauricio Macri, insípido heredero de una riqueza de dudosa legitimidad, quién para llenar espacio en su tiempo libre, ya de "grandulón" se armó (con muy poca ideología y sin la menor convicción política) un partido capaz de albergar ab-initio en sus filas a radicales, peronistas, liberales y cualquier etcétera posible, a efectos de sumar y abultar votos y voluntades a todo propósito y hasta fuera de propósito.
Sin embargo, a pesar de su ostensible perfil apático ("pecho frío" según la jerga futbolera a la que pertenece), para mostrarle un "rostro humano" a la opinión pública, Macri colocó como candidata "Vice-Jefe" a Gabriela Michetti, quién por haber padecido la desgracia de un accidente con secuelas irreparables, es la única persona que se distingue del resto de los opacos militantes y dirigentes de un partido tan localista como poco perdurable.
Según voces autorizadas, el grueso de la runfla que integra el "Pro" tiene menos luces que un "boliche swinger" y menos escrúpulos que Macchiavelo, puesto que si bien son presentados en sociedad como una fuerza de "centro-derecha" , fueron los legisladores del "Pro" quienes desde el año 2005, manejando el bloque mayoritario de la Legislatura, votaron con entusiasmo resoluciones a favor de la instauración del "Museo de la Memoria", de una "Educación Sexual" desde la perspectiva del género, o de que el ex montonero Mario Kestelmboim ocupe un lugar de altísima significancia.
Pero el cúmulo de desatinos no se limitan en la Capital Federal, sino que en el Congreso Nacional fue el "Pro" el que traicionó y arrojó a los leones al Diputado proscripto Luis Patti (haciéndole el juego al terrorista indultado Miguel Bonasso) y así, el "Pro" cuenta con un inacabable rosario de votos de corte tan absurdo como filozurdo.
Sin embargo, ante tanta orfandad doctrinaria, quien podría mostrarse como el garante de la ideología del "Pro", sería eventualmente el Dr. Ricardo López Murphy, hombre indudablemente íntegro, pero que no sale en foto junto a Macri desde el mismo momento en que se juntaron para armar tal coalición, desde el momento en que Macri le pidió al "bulldog" que no hablara mal de Kirchner.
Todos saben ya, que el "macrismo" y el "lópez-murphysmo" es un matrimonio condenado al divorcio desde antes de ingresar al altar.
En resumidas cuentas, el "Pro" no es nada concreto, y es tan oficialista o tan opositor como lo puede ser el propio Telerman, excepto por el hecho de que éste último sí cuenta con gente manifiestamente opositora (verbigracia Elisa Carrió), y a contrario sensu, el primer candidato a Legislador porteño que ofrece el "Pro", Mariano Naradowsky, confesó en el programa televisivo "Entre Ustedes y Nosotros" (Canal Metro, conducido por Carlos Mollard y Jorge Enriquez) la muy factible posibilidad de que en un ballotagge contra Telerman "el PRO cuente con el apoyo del Presidente Kirchner".
En resumidas cuentas, el "macrismo", viene cayendo electoralmente desde que nació (en el 2003 sacó el 38% de los votos y en el año 2005 el 34%), tiene los días contados y Mauricio volverá a ser lo que nunca dejó de ser: el hijo de Franco.
La Capital Federal tiene una interna tripartita que representa de medio a medio a las tres caras del progresismo vernáculo, pero dividido en dos bastiones:
1) progresismo confesamente oficialista (Filmus y los suyos)
2) progresismo semi-oficialista ("macrismo" y "telermanismo" ).
Vale decir, es una pelea de primos hermanos.
Gane quien gane (según los encuestadores más agudos Macri no resiste un ballotagge y su contrincante sería Telerman), gobierna y gobernará el progresismo, y con progresismo no hay progreso posible.
Nicolás Márquez, abogado, autor de los libros " La Otra Parte de la Verdad" y "La Mentira Oficial ". http://www.nicolas-marquez.com.ar/
Nada más alejado de la realidad, puesto que el kirchnerismo (tal como ocurrió en el año 2005 cuando el candidato del régimen fue el confeso colocador de bombas Rafael Bielsa) salió tercero y no hubo obstáculo alguno para que en el ámbito nacional auxiliado por el aparato clientelista arrasara con todo en todos lados, menos, precisamente en la ciudad de Buenos Aires, en donde (tal como lo indican los números), no es parámetro suficiente de lo que ocurre electoralmente en el resto del país.
Dentro de esta disputa venidera por un lado tenemos la candidatura (a conservar el puesto) del actual Jefe de Gobierno Telerman, personaje tradicionalmente menor de la política que (por obra y gracia de una tragedia incendiaria que culminó con la destitución del acreditadamente inútil Aníbal Ibarra), se encuentra ahora comandando los destinos de la Capital Federal.
Es este mismo funcionario con apellido "Super-heroico" (aunque sus modales afrancesados y su cabeza tan lustrada como brillante le brinden un "fisique du rol" estilo Lex Luthor) quien resulta ser el aliado de la progresista lenguaraz y ex ibarrista Elisa Carrió, quien en el marco de la negociaciones con el mencionado Alcalde le impuso como candidato a "Vice" a Enrique Olivera, quien también supo ser Intendente de Bs. As. al recibir el trono que le dejó Fernando de la Rúa, cuando éste ultimo renunció a tal rango para acceder a la Presidencia de la República en 1999.
En otro costado del "Ring", nos topamos con el alicaído emisario del régimen Daniel Filmus, quien representa al kirchnerismo en connivencia con el reincidente Aníbal Ibarra (candidato a Legislador en primer término por una de sus listas), quien pretende, para desdicha de los vecinos porteños, resucitar de las cenizas de Cromañón.
Es en este escenario, en donde sendas fuerzas progresistas se disputan un lugar a efectos de competir en el ballotagge contra la muchachada del "Pro", sello de goma de vigencia incierta capitaneada por Mauricio Macri, insípido heredero de una riqueza de dudosa legitimidad, quién para llenar espacio en su tiempo libre, ya de "grandulón" se armó (con muy poca ideología y sin la menor convicción política) un partido capaz de albergar ab-initio en sus filas a radicales, peronistas, liberales y cualquier etcétera posible, a efectos de sumar y abultar votos y voluntades a todo propósito y hasta fuera de propósito.
Sin embargo, a pesar de su ostensible perfil apático ("pecho frío" según la jerga futbolera a la que pertenece), para mostrarle un "rostro humano" a la opinión pública, Macri colocó como candidata "Vice-Jefe" a Gabriela Michetti, quién por haber padecido la desgracia de un accidente con secuelas irreparables, es la única persona que se distingue del resto de los opacos militantes y dirigentes de un partido tan localista como poco perdurable.
Según voces autorizadas, el grueso de la runfla que integra el "Pro" tiene menos luces que un "boliche swinger" y menos escrúpulos que Macchiavelo, puesto que si bien son presentados en sociedad como una fuerza de "centro-derecha" , fueron los legisladores del "Pro" quienes desde el año 2005, manejando el bloque mayoritario de la Legislatura, votaron con entusiasmo resoluciones a favor de la instauración del "Museo de la Memoria", de una "Educación Sexual" desde la perspectiva del género, o de que el ex montonero Mario Kestelmboim ocupe un lugar de altísima significancia.
Pero el cúmulo de desatinos no se limitan en la Capital Federal, sino que en el Congreso Nacional fue el "Pro" el que traicionó y arrojó a los leones al Diputado proscripto Luis Patti (haciéndole el juego al terrorista indultado Miguel Bonasso) y así, el "Pro" cuenta con un inacabable rosario de votos de corte tan absurdo como filozurdo.
Sin embargo, ante tanta orfandad doctrinaria, quien podría mostrarse como el garante de la ideología del "Pro", sería eventualmente el Dr. Ricardo López Murphy, hombre indudablemente íntegro, pero que no sale en foto junto a Macri desde el mismo momento en que se juntaron para armar tal coalición, desde el momento en que Macri le pidió al "bulldog" que no hablara mal de Kirchner.
Todos saben ya, que el "macrismo" y el "lópez-murphysmo" es un matrimonio condenado al divorcio desde antes de ingresar al altar.
En resumidas cuentas, el "Pro" no es nada concreto, y es tan oficialista o tan opositor como lo puede ser el propio Telerman, excepto por el hecho de que éste último sí cuenta con gente manifiestamente opositora (verbigracia Elisa Carrió), y a contrario sensu, el primer candidato a Legislador porteño que ofrece el "Pro", Mariano Naradowsky, confesó en el programa televisivo "Entre Ustedes y Nosotros" (Canal Metro, conducido por Carlos Mollard y Jorge Enriquez) la muy factible posibilidad de que en un ballotagge contra Telerman "el PRO cuente con el apoyo del Presidente Kirchner".
En resumidas cuentas, el "macrismo", viene cayendo electoralmente desde que nació (en el 2003 sacó el 38% de los votos y en el año 2005 el 34%), tiene los días contados y Mauricio volverá a ser lo que nunca dejó de ser: el hijo de Franco.
La Capital Federal tiene una interna tripartita que representa de medio a medio a las tres caras del progresismo vernáculo, pero dividido en dos bastiones:
1) progresismo confesamente oficialista (Filmus y los suyos)
2) progresismo semi-oficialista ("macrismo" y "telermanismo" ).
Vale decir, es una pelea de primos hermanos.
Gane quien gane (según los encuestadores más agudos Macri no resiste un ballotagge y su contrincante sería Telerman), gobierna y gobernará el progresismo, y con progresismo no hay progreso posible.
Nicolás Márquez, abogado, autor de los libros " La Otra Parte de la Verdad" y "La Mentira Oficial ". http://www.nicolas-marquez.com.ar/
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